viernes, 9 de enero de 2009

¡Hasta pronto Chuti!

Hay muchas cosas sobre las que me gustaría opinar pero la verdad es que cada vez me apetece menos escribir. No sé si realmente sólo yo veo las espinas de este rosal de Ayuntamiento o es que el resto os habéis cansado de opinar. Un amigo me comentaba a través de un mensaje en el blog que yo no era objetivo (no pretendo serlo, quede claro) ¿será eso? ¿será que no interpreto bien lo que veo? ¿será que tengo ideas preconcebidas?

Con lo único que cuento para formarme una opinión es con los boletines (que en ocasiones y con todo mis respetos, más bien parecen pasquines) que habitualmente recibo de ADEIO y PSOE además de, sobre todo, mi propia percepción de la realidad. Y no… no veo avances sino más bien señales de tráfico, badenes y una inercia heredada del anterior equipo de gobierno. Por supuesto que hay cosas bien hechas (o al menos a mí me lo parecen). Son honrosas excepciones en actuaciones concretas, pero eso sí, pero muy puntuales.

Pero no… hoy no voy a opinar de la aparente falta de previsión económica del Ayuntamiento, de la Policía Local (¿quién la dirige?), del servicio de Correos (del que volveremos a hablar para aclarar las mentiras que alguien ha podido decir sobre su solución), de la falta de actualización de la página web, del desconocimiento del rumbo de nuestra ciudad (¿se ha preparado ya el proyecto que el 24 de Enero ha de presentarse para recibir medio millón de euros, según la información del PSOE? ¿En qué se va a invertir?), del colapso de esta mañana para salir de la población debido a la nieve, de...

En esta ocasión sólo quiero escribir con tristeza de la sensación que me produce que ya no se cuente con un chaval que me parece estupendo: Chuti. No hace mucho, en TV Castilla – La Mancha aparecían con mayor y menor fortuna varias personas de Ontígola y, entre otras, Chuti. Me sorprendió saber que a pesar de su juventud (veintitantos) se ocupaba de la alfabetización de personas mayores en nuestro pueblo, realizaba actividades de teatro con los más jóvenes, participaba en eventos musicales, dedicaba sus vacaciones a viajar al extranjero en actividades solidarias… Y me alegré de contar con alguien así trabajando en Ontígola.

Pero ya no. Ya no trabaja, o por lo menos no en Ontígola. Los comentarios que me han llegado sobre los motivos para que el Ayuntamiento no cuente con él debo contrastarlos pero empiezo a formarme una idea sobre lo ocurrido (hay quien opina que parece que hay una serie “defenestrados” y éste es el cuarto). Quien a hierro mata, a hierro muere (¡se me ha vuelto a escapar un refrán!) y parece mentira que algunos no se den cuenta de que con el trabajo no se juega: mañana pueden ser ellos mismos los que se encuentren en una situación antagónica a la de hoy por la simple “aleatoriedad” de los votos. Hasta pronto Chuti.

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