Las claras tardes de estío (como diría Machado) son propensas para la reflexión mundana sobre o humano y lo divino. En esta ocasión me apetece sacrificar el ahorro neuronal que mantengo de cara al futuro en analizar la sanidad en nuestro municipio.
Históricamente se cuenta con un mínimo receptáculo donde acudimos a pasar consulta, situado en la calle Peñuela, justo en la salida hacia Aranjuez. El servicio del profesional que atiende a los pacientes, dentro de las posibilidades y recursos de que dispone, es el mejor que se puede dar pero, sin lugar a dudas, insuficiente a todas luces. Un gran número de ontigoleños, optan por acudir a Ocaña o a Aranjuez, municipios con un mayor número de opciones sanitarias (aunque tampoco excesivas). Esto provoca dos efectos colaterales serios: por un lado se saturan los servicios médicos de los pueblos vecinos ya que éstos están diseñados para un número concreto de usuarios y si bien la demanda de Ontígola necesariamente no puede ser grande debido al número de habitantes, sí contribuimos a una lenta pero segura masificación. Por otro lado, otros optan por no empadronarse en Ontígola y mantener su filiación en sus localidades de origen, en la mayor parte de los casos, en Aranjuez. Esto posibilita la asistencia médica sin necesidad de mayores problemas pero, lógicamente, no contribuye al empadronamiento y, por tanto, a alcanzar el número de vecinos suficientes como para justificar la construcción de un Centro de Salud.
En estos días recibía en mi domicilio un panfleto informativo de la agrupación local del partido socialista de Ontígola. En ella se venía a contar que, dados los problemas que la Comunidad de Madrid ponía para que el nuevo Hospital del Tajo de Aranjuez y los diferentes Centros de Salud y Ambulatorios de Aranjuez atendiesen a los ontigoleños, habían optado por escribir una carta dirigida al Consejero de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha. Esta comunicación, fechada el pasado 17 de Junio, solicitaba al Consejero la intermediación para permitir el uso por parte de los ontigoleños a los servicios médicos de Aranjuez. Al reverso de la carta aparecía la contestación del Sr. Consejero en términos positivos con un adjunto: una carta con fecha 29 de Julio dirigida al Director General de Hospitales de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid haciendo suya la petición
De forma independiente a la ideología de cada uno, este tipo de iniciativas resultan plausibles en la medida que intentan paliar un serio problema que nos afecta de forma directa a los ciudadanos. ¿No es acaso esa la razón de ser de los políticos?
No obstante –continuaba yo con mi reflexión con
Asumido el despliegue de ideas, queda claro que esta situación era previsible pero sin embargo no se ha hecho nada (o no se nos ha contado nada a los ciudadanos) al respecto ¿A qué estamos esperando? Creo que será mejor continuar con mi ahorro neuronal y apostar por una buena siesta en lugar de hacer inútiles análisis sobre la gestión municipal.
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