jueves, 30 de octubre de 2008

La ausencia por respuesta

A primera vista hay quien pudiera pensar que la labor de la oposición no es importante y que sólo las tareas de gobierno requieren de atención. Nada más lejos de la realidad: esta función resulta imprescindible para “controlar” la gestión del gobierno y garantizar que la coherencia de las actuaciones políticas del Consistorio.

El caso en cuestión es que llevo tiempo observando en que en los diferentes actos y celebraciones no siempre (casi nunca) está la oposición mayoritaria. No es que acuda regularmente a los eventos organizados por el Ayuntamiento pero sí es cierto que a los que asisto, observo que no hay ningún representante del PSOE como depositario y representante del 40,39% de los votos que les otorgaron las urnas los vecinos de Ontígola. Sí resulta común ver a los representantes del PP aunque no quiero tener en consideración este aspecto ya que, en cierta medida, los considero como integrantes del equipo de gobierno en cierta medida.

Desde fuera parece como si el PSOE no quisiera participar, en un cierto acto de rebeldía con respecto a AEIO. Quizás ésta sea una opinión equivocada pero es la que percibo y no me parece correcta esta postura (en caso de ser así).

Y digo que no me parece correcta ya que su función es la de realizar oposición y la decisión de participar en la política, es totalmente voluntaria, implica “estar a las duras y a las maduras”.

Creo, insisto, que esta actitud perjudica a los vecinos en dos puntos fundamentales:

  • No acudir a los diferentes eventos impide conocer en detalle el desarrollo de los mismos. Así, resulta imposible realizar un ejercicio responsable de crítica si no se conoce de primera mano los detalles de cada acto en cuestión. Dado lo variopinto de la agenda política, no sólo se encuentran actividades de carácter lúdico: otras conllevan relaciones con empresarios, representantes de colectivos y asociaciones, políticos de otras administraciones… y es preciso conocer en profundidad este tipo de “querencias” para poder ejercitar una oposición responsable.

  • La alternancia política es un sano “efecto” democrático que, una vez producido por primera vez (como ha ocurrido en nuestro municipio), se da en ciclos más cortos. Los dirigentes de la oposición deben ser conscientes de que es sólo cuestión de tiempo que estén en el gobierno municipal. Llegado ese momento ¿qué debemos hacer los ciudadanos? ¿Esperar a que conozcan todas las relaciones con terceros de las que ya tendrían constancia si hubieran asistido a los actos? Será preciso esperar a ese periodo do de “aterrizaje” y a que conozcan a todos los proveedores, representantes… que en su día no conocieron por no acudir a los actos.

Sigo en mi ánimo de crítica constructiva: por favor señores de la oposición en general y del PSOE en particular, en deferencia a la confianza que los ciudadanos han depositado en ustedes, acudan a los actos organizados por el Ayuntamiento.

martes, 28 de octubre de 2008

La culpa la tiene el Gobierno

Es el dicho popular: cualquier problema es susceptible de ser achacado al Gobierno. No en vano es así y hay quien asegura que las elecciones no se ganan por un grupo político sino que se pierden por el que está en el poder. Esto, en gran medida, es responsabilidad de aquellos “votos” que todo lo achacan a los dirigentes de turno.

Pero el caso es que, en cierta medida, esto es así: incluso los temas donde no hay competencias explícitas (por ejemplo Sanidad o Educación) se hace precisa la intervención de las autoridades locales. En nuestro pueblo tenemos un ejemplo reciente con el nuevo colegio en el que, fruto del proyecto de la Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha, en concreto de su Delegación de Educación, el Ayuntamiento ha tenido un “incidente”, pero ese es otro tema.

El motivo de la reflexión de hoy es gritar una queja manifiesta sobre el pésimo servicio de Correos que hay en Ontígola. Ya, ya sé que el servicio depende de la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos (una Sociedad Anónima de capital cien por cien público) pero, al igual que en caso de los colegios, quizás el Ayuntamiento también pudiera tomar cartas (nunca mejor dicho) en el asunto.

No sé los motivos pero lo cierto es que el servicio de Correos en Ontígola es caótico ¿no ha observado usted, querido vecino, que tras días sin recibir ninguna carta, de repente recibe todas acumuladas? Entiendo que sea precisa una organización del reparto y que quizás no todos los días se pueda producir pero puedo dar fe que a mí buzón llegan de semana en semana ¿O quizás todos mis remitentes se ponen de acuerdo para escribirme el mismo día? Quizás sea eso…

El servicio de correos implica el pago por un envío en un tiempo determinado y el incumplimiento de estos términos supongo que puede ser motivo de reclamación. El problema comienza cuando el usuario no reclama el importe del sello sino el perjuicio que el retraso de una carta puede ocasionar.

Sugiero a mis políticos, en la mejor crítica constructiva, que intermedien a fin de conseguir un servicio de Correos que no sea tercermundista. Si precisan un mayor número de trabajadores, ínstese a la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos a su contratación e infórmenles que Ontígola quiere un servicio como la localidad que es. Si el problema es otro, infórmese a la citada sociedad pero, por favor ¡¡soluciones!!

Nota: Esta indicación adicional al blog original la realizo el día 30 del presente mes. Si bien no retomo los temas tratados, me ha parecido interesante para los lectores reflejar la postura que desde el foro de OntigolaDirect se hace sobre el tema aquí.

viernes, 24 de octubre de 2008

Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy

Que Ontigola ha cambiado en no demasiados años es una obviedad que las cifras arrojan a la cara de quien se quiera acercar a comprobarlas. Un crecimiento desmesurado que en ocasiones ha dejado al descubierto la falta de previsión por parte de todos (falta de infraestructuras deportivas, semáforos, zonas verdes, polideportivos, colegios…) y, sobre todo la incapacidad de aquellos con el encargo constitucional (y pagado) de gobernar el pueblo: el Ayuntamiento. La realidad es que hasta no hace mucho, se podía hablar de un pueblo de poco más de 600 personas y ahora ha pasado a multiplicarse por diez (de facto, el padrón es otra cosa). Esto ha cambiado y algunos consideramos que ha sido a peor: la falta de un plan claro de urbanismo ha destrozado el entorno con urbanizaciones de calles estrechas, sin zonas verdes ni servicios. Justo el ejemplo contrario podría encontrarse en Seseña Nuevo pero esa es otra historia (y no, no me refiero al “Pocero”, replicantes de verbo fácil).

Este crecimiento casi atolondrado se ha debido en gran medida a nuevos vecinos que, con un trabajo en Madrid o Toledo, han tenido que desplazarse al extrarradio (créame, 50 kilómetros puede considerarse como extrarradio) buscando la ventaja de precio en la vivienda. Estas personas no siempre quieren tener y/o pueden tener un compromiso “emocional” con Ontígola. Mucho menos pedirles una implicación con el Ayuntamiento.

En definitiva, nos encontramos con un pueblo que crece al nivel de una pequeña ciudad y sólo algunos implicados (dignos de elogio) que quizás, por la inercia de la rutina, no se han dado cuenta que Ontigola ha cambiado.

(Sé que a estas alturas del texto, habré dormido a la mitad de los lectores).

El caso es que hay quien cuenta que una empresa (de las de verdad) se va instalar en el Polígono. No es que las ya existentes no lo sean (empresas de verdad) pero el modo que algunos han tenido de “vendérnoslas” es casi ridículo.

El caso es que se habla de redecorar la vida de muchas personas con una compañía cuyos análisis de mercado han rebelado que gran parte de su clientela en Alcorcón proceden de Toledo. La encrucijada de caminos que supone Ontígola con acceso directo a la N-IV, hace de nuestra pequeña ciudad un enclave estratégico, a medio camino entre Madrid y Toledo.

Si esto realmente es así, es probable que este tipo de compañías provoque un efecto de empatía en otras de similar peso (sólo basta con mirar Alcorcón) y esto sí que podría cambiar realmente la situación de Ontígola, más allá del crecimiento reciente.

¿Imagina usted lo que podría suponer un complejo comercial de dimensiones considerables? Sería preciso considerar el efecto que esto supondría con respecto al empleo, infraestructuras, repercusión en el casi inexistente comercio local, vivienda… Esta posibilidad, que a cualquiera alegraría, me hace preocuparme profundamente y el motivo es que, abiertamente, desconfío de la capacidad de los políticos de Ontigola (de casi todos). Quizás los más competentes no son los que se encuentran liberados y, con lo demostrado hasta ahora, tengo más que fundadas sospechas de que sean capaces de gestionar correctamente un proyecto (entre otras cosas, porque nunca lo han hecho en su vida “civil”).

Tan convencido estoy de que los políticos son un mal necesario como de la ineptitud de algunos de los locales ¿Serán capaces al menos de contratar asesores acreditados? ¿Será todo un rumor? ¿Algún concejal se ha planteado aprender/estudiar/imitar… algo que nos pueda ser beneficioso? Sí, Ontigola ha cambiado y para mí, a peor, pero creo que lo que se nos viene encima, como no se sepa gestionar… ¡Virgencita, virgencita, que me quede como estoy!

miércoles, 22 de octubre de 2008

Insulto a la inteligencia

Hay un tema que lleva tiempo dándome vueltas por la cabeza y que, al igual que el resto, me gustaría compartir por si alguien tiene una opinión lúcida al respecto: los no-pactos. Para los “no-iniciados”, el Ayuntamiento de Ontígola se sustenta en dos estructuras políticas diferentes: AEIO y PP que, a pesar de ser opciones minoritarias, de forma conjunta consiguen la mayoría (ya traté este asunto con más datos aquí, en este mismo blog).

Haciendo historia, recuerdo que en su momento me llamaron poderosamente la atención algunas cuestiones del Alcalde actual. Eran planteamientos que se me antojaban tan novedosos como absurdos, pero dado que yo no entiendo de política, lo más correcto era tomar una postura de observador (ya se sabe que uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios).

  • La primera cuestión fue que, por un lado, el Alcalde actual siempre defendió que la lista más votada debería ser la que gobernara (esto es ser esclavo de las palabras) pero, llegado el momento, indicó que sabía que el PP le iba a votar y que él mismo también lo haría a favor de su persona (esto es lamentar no haber sido dueño de los silencios). Quizás él defienda que esto no es una incoherencia aunque hay quien opina que la postura en sí es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos.
  • La segunda cuestión que me sorprendió fue la de invitar a todas las fuerzas políticas con representación (las que no tenían concejales obviamente no le interesaron, como fue el caso de IU) a formar parte del equipo de gobierno. Por un lado esto le permitía ofrecer una imagen de "alcalde bueno" (qué hartos estamos algunos ya del “buenísmo”). Por otro lado, se aseguraba que ningún partido arremetiese, al menos duramente, contra una política de la que todos serían copartícipes. Entonces, si todos los partidos políticos formasen, en mayor o menor medida, parte de un monolítico equipo de gobierno, en calidad de ciudadano me pregunto qué lugar quedaría para la oposición (tan importante como el gobierno). Tantos amigos, tantos amigos… ¿quién podría denunciar las posibles tropelías si todos se encontrasen en el mismo barco? Aún con lo disparatado del planteamiento, éste prosperó con la ayuda altruista del PP (yo soy sinceramente un convencido de la ausencia de pactos) y teniendo enfrente sólo al PSOE como oposición. Este fue el segundo ataque a la integridad neuronal de los vecinos.
Después de analizar esto, usted como ciudadano ¿no siente que alguien le intenta tomar el pelo?

viernes, 17 de octubre de 2008

Hastío

Hoy quiero escribir. Supongo que, en el fondo, quiero creer que este esfuerzo que para mí supone el unir palabras hasta conseguir frases coherentes debe servir para algo. El contador de visitas, de forma insistente y tozuda, me recuerda que no. Aún así, obstinado, busco ideas, planteamientos, reflexiones, que puedan hacer convulsionar la opinión de mis vecinos. Sé que no llego a ellos pero también (por el día a día) sé que no habrá cambios.

Resulta decepcionante comprobar como sólo nos indignamos cuando algún tema nos afecta de cerca pero, incluso así, somos incapaces de tomar iniciativas para cambiar la realidad. Supongo que esto es de lo que se aprovechan algunos aprendices de políticos: del hastío de los ciudadanos.

¿Sabía usted, anónimo lector, que en las pasadas elecciones de 2007 se produjeron casi un 33% de abstenciones? Prácticamente el mismo porcentaje que en 2003 pero con cerca de 500 votantes más, lo que implica que a nivel cuantitativo la abstención aumentó de forma considerable ¿Y que del 67 % restante en 2007 sólo el 28,3 % votó al Ayuntamiento que ahora nos “dirige”? Es decir, aproximadamente el 18,76 % del sufragio susceptible de emitir su voto decidió en las urnas la composición municipal (menos de dos personas de cada 10). Si esto no es hastío… Lo malo es que estos males (para algunos) o bondades (para otros) duran cuatro años, que es tiempo más que suficiente para generara retrasos en infraestructuras de décadas y abobinaciones urbanísticas perennes. Pero de esto ya hablaremos otro día con más optimismo.

martes, 14 de octubre de 2008

Agua ¡de borrajas!

La noche del sábado al domingo y, en menor medida, la del domingo al lunes, fue protagonizada por la lluvia. Una lluvia torrencial como yo no recordaba en los años que llevo aquí (algo que tampoco es significativo) y que anegó literalmente zonas concretas del pueblo. La tormenta fue caprichosa y uno podía observar que se dejó notar con más intensidad en unas zonas que otras. Aún así nadie se libró: tanto las urbanizaciones más elevadas (Mozart, chalets “de colores”…) como las zonas más bajas (calles Campo, del Prado junto a la vía) recibieron su “dosis” de agua y barro.

No obstante han habido dos zonas especialmente dañadas por lo que me han contado y he podido comprobar. Por un lado, los chalets adosados de la calle Campo y por otro los Girasoles.

En el primer caso, la explicación parece ser la frontera que estos chalets ofrecen de forma trasversal a la caída del agua: se encuentran en la zona más baja que coge agua desde cuestas tan pronunciadas como la de Peñuelas. Por si fuera poco, la nueva construcción del colegio ha favorecido a que una manta de arena y tierra procedente de la obra se desplazase de forma encajonada por las calles cuyo sistema de evacuación de agua habría que revisar.

En los Girasoles se daban presuntamente dos motivos que me gustaría esclarecer (si es que alguien aparte de mí lee este blog, tiene información a este respecto y quiere enviar su opinión a ConOnceHeridasMortales@gmail.com). Por un lado (y eso lo pude comprobar ayer al ver los restos en las calles) parece que el parque que hay anexo a la Parrilla de María se ha desbrozado este año pero “alguien” omitió limpiar los restos de vegetación cortados. Eso provocó que, arrastrados por el agua y la tierra, los matojos, broza y hierba seca formasen el más fino de los adobes que se encargó de taponar todos los sumideros, provocando las inundaciones que conseguían que el barro penetrase en las zonas bajas de los chalets.

Por otro lado y según algunos, se achacaban las culpas al PSOE (¡sí!). La argumentación es que algún colector que debe haber por esa zona está mal dimensionado y no fue capaz de evacuar todo el agua. Este colector fue realizado en la legislatura del PSOE, motivo por el que algunos ya tienen culpables ¡no importa que, aún siendo cierto esto, no se haya hecho nada en este año y medio de legislatura! AEIO está libre de cualquier “mala acción” heredada pero es beneficiario de las buenas (que alguna habrá, digo yo).

Parece ser que hay quien quiere organizar una plataforma de denuncia al Ayuntamiento por lo relativo al parque y los destrozos particulares que ha causado la falta de limpieza. Esa denuncia, si prospera, al final la pagará el Ayuntamiento que, en definitiva, somos todos. Si tuviera que salir de los bolsillos particulares de los responsables, otro gallo nos cantaría pero… tendrá que ser así.

Mientras tanto y los vecinos sacan el barro de sus casas, señores del Ayuntamiento, si saben que hay infraestructuras deficientes, amplíenlas con ese dinero que se han encontrado en las arcas municipales y, si les sobra, limpien también los parques ¡y si no hay tal dinero, denúncienlo para que nos enteremos! De todos modos mucho me temo que, tras este primer “calentón” por parte de los vecinos, todo quede en agua… de borrajas.

Un último comentario más: resulta increíble pero he intentado buscar información y pronunciamientos por parte de los partidos de nuestra localidad en sus respectivas webs y en ninguna aparece nada. El colmo es que la del Ayuntamiento está otra vez sin funcionar.


"Deja esa cura, Filena;
déjala, que más me agrabas;
deja la cura del cuerpo,
atiende a curarme el alma”












viernes, 10 de octubre de 2008

Seguridad vial

Hoy he comprobado con un sabor agridulce (dulce porque veo que se toman medidas y agrio por la necesidad de tener que tomarlas) que se han instalado unos badenes en la entrada de Ontígola que, en lugar de plantearse en sentido transversal a la marcha, lo hacen en sentido longitudinal. De algún modo (y para explicarme) no son badenes que el vehículo atravieses sino que, de algún modo, lo encarrilan. Supongo que se han puesto para evitar que, por un lado, los vecinos que desean aparcar en el lado derecho de la carretera (subiendo desde Aranjuez) y que circulen en dirección contraria (saliendo desde Ontígola) no realicen una invasión del carril contrario. Por otro lado, he visto a conductores que para evitar que sus vehículo pasasen por encima de los badenes, los han esquivado ¡cambiando de carril! Con el consecuente peligro para todos.

Mi pregunta es si saben ustedes si en todos los lugares los conductores son así (y no me incluyo en esta generalización ya que me niego a englobarme en ese grupo de inconscientes al volante). Las barbaridades que veo en Ontígola como adelantar sobrepasando la línea continua e, incluso, adelantar al vehículo precedente porque éste se ha detenido en un semáforo, he de admitir que no las he visto en ningún otro sitio ¿Realmente esta actitud -especialmente seguida por jovenzuelos en coches de gran cilindrada- es una seña identificativa de Ontígola o, por el contrario, ocurre en otros lugares? Ojala sea algo puntual y la Policía Local tome cartas en el asunto para garantizar la seguridad de todos.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Crisis económica

Sería osado por mi parte opinar sobre variables macroeconómicas que desconozco. Los ciclos económicos, cada vez más cortos, provocan crisis cada vez más profundas y hay quien dice que ésta es similar a la tristemente famosa de 1929. Lo cierto es que no es la primera que sufrimos en nuestras carnes pero, si he de ser sincero, la veo más en el miedo colectivo que en la realidad mundana (sin pretender ofender a todos aquellos que tiene necesidades o han perdido su puesto de trabajo). No obstante, esto es una percepción que necesariamente varía según la posición del espectador.

Y decía que sería osado opinar, pero también creo que sería ingenuo no cuestionar qué está ocurriendo. A nivel nacional se aplica una política económica que muchos países con mayor nivel de calidad de vida quisieran para sí. Subvenciones por nuevos nacimientos, subvenciones para independizarse, incrementos meteóricos en prestaciones… No voy a entra en los pormenores de la conveniencia o no de estas medidas pero sí me parece carente de coherencia esta política económica dadivosa que ahora tienen que ofrecer dinero a la Banca para evitar un derrumbe financiero.

Quiero pensar que las medidas tomadas deben ser correctas por varios motivos pero el principal es que no parten del máximo mandatario actual sino que son copia (salvando las distancias) de las tomadas en otros países (y no me refiero sólo a las adoptadas en Norteamérica: varios países de la C.E. han hecho lo propio, incluyendo a Grecia o Portugal). La incongruencia que supone potenciar subvenciones, anunciar que se tiene “la mejor economía europea” (¿lo definió así Zapatero en EE.UU. en la reunión con los empresarios?) y posteriormente ampliar la deuda pública concediendo préstamos a los Bancos y dando garantía a los pequeños ahorradores, al menos en mi caso, me produce desconfianza en los vaticinios del Gobierno.

Pero este es un blog centrado en mi pueblo y si bien se tiene que ver afectado por políticas de orden mayor, no es eso lo que me interesa analizar. Al hilo de lo expuesto y siguiendo con la economía, sería bueno que los dirigentes políticos nos hablasen de nuestras cuentas y sacaran la información del caldero.

Según creo (realmente no lo puedo asegurar), la legislatura anterior dejó un saldo en las arcas del municipio cercano a los 2 millones de euros, es decir, 333 millones de las antiguas pesetas. Ese dato, si es cierto y pese a lo que pudiera parecer, no es bueno. Un Ayuntamiento no es una empresa privada y su objetivo no es obtener dinero para sus accionistas sino servicios para sus vecinos ¿Cómo justificar la existencia de un solo bache en la localidad si las arcas municipales tienen fondos (y hasta casi rebosan)? Hay quien teoriza sobre el 10% de endeudamiento técnico “recomendable” que los Ayuntamientos deberían tener con respecto a sus ingresos. En nuestro caso no ha sido así y ha provocado dos efectos: por un lado la insatisfacción de ver que, aun habiendo dinero, no se han realizado determinados arreglos y obras necesarias y, por otro lado, la alegría del equipo de gobierno entrante al encontrarse con una economía boyante.

A toro pasado (como dicen los castizos) los socialistas deberían haber quemado el cartucho del último año de su legislatura realizando obras y mejoras que lavasen la cara a la ciudad, a costa del erario que para eso estaba. Esto quizás hubiera permitido conseguir unos pocos votos más que les hubieran permitido seguir en el gobierno local durante cuatro años más.

Ahora veremos cuáles son los resultados de A.E.I.O. en el nivel económico (en otros aspectos ya lo han demostrado). Cuando de verdad ofrezcan información al ciudadano, podremos opinar.

martes, 7 de octubre de 2008

Información al ciudadano

Texto "Porque con A.E.I.O. tu opinión cuenta y decide", página 6, apartado 1 (“Otra forma de gobernar”), subapartado 1.1 (“Información al ciudadano”): “Desarrollaremos una página web municipal que sirva tanto para informar a los ciudadanos como para realizar trámites y prestar servicios”. Claro, eso será cuando funcione porque vaya rachita llevamos.

Por otro lado, los contenidos que ofrece la portada en forma de anuncios tampoco tienen desperdicio (hoy es día día 7 de Octubre, nuestra fiesta local):

Cosas veredes, amigo Sancho.



lunes, 6 de octubre de 2008

Medioevo ontigoleño


Las Fiestas que han comenzado esta semana están llenas de variedad. No puedo decir que todas las actividades me hayan gustado pero para eso están los colores: para que cada uno acuda a aquellos eventos que más le agraden. Desde concentraciones de motos pasando por bingos, verbenas y hasta excursiones han dado el color lúdico necesario en estos días a nuestro pueblo.

Creo, si bien no deja de ser una opinión personal a juzgar por el número de personas que veo en los diferentes eventos, que las fiestas son ahora más participativas que en la legislatura anterior. Con esto no me refiero al libro de fiestas que en su día se publicó con “Saludas” de todo el mundo que, en un afán de crear una publicación consensuada, degeneró una ridícula retahíla de saludos que algunos consideran que no venían a cuento.

De cualquier manera, la variedad ha brillado y eso ha hecho que todos, en alguna medida, hayamos podido disfrutar de alguna actividad pero, no obstante, si me lo permiten, quisiera realizar una pequeña llamada de atención sobre una de ellas muy concreta: el mercadillo medieval.

No sé qué extraña moda ha dado en llevar a los pueblos estos mercadillos. No digo que no sean curiosos, pintorescos pero… también se podrían traer cruzadas o paisajes cavernícolas con el mismo rigor histórico que estos montajes tienen. Ontígola tiene una larga historia (mucho más que la de la mayor parte de los pueblos vecinos, a pesar de no haber crecido conforme a “su edad”) pero no recuerdo (y si me equivoco, por favor, que alguien me corrija) que haya tenido un papel destacado en el medioevo.

Asumiendo pues lo “exótico” del asunto (el “medioevo ontigoleño”), parece que el retroceso en el tiempo se ha dado en todo menos en los precios, que han ocupado un tiempo futurista. Importes por consumiciones que duplicaban a los mismos productos que se pueden consumir a menos de 100 metros a un precio normal, han conseguido que muchos “piquemos” (en el más extenso sentido del término) una sola vez.

Estos montajes son privados, claro está pero, dado que es el Ayuntamiento (y por tanto los vecinos) quien cede el espacio para que esta gente realice su negocio ¿no sería posible regular los precios? Desde luego no se puede decir que hayan sido populares ni medievales sino, simplemente, abusivos.

Téngase esto como una crítica constructiva, entendiendo que el Ayuntamiento no obtiene nada de esto pero sí considero que el resultado hubiera sido más populoso si los precios hubieran estado en sintonía con el mercado. Poco más que añadir excepto ¡felicitar las fiestas a todos mis vecinos!